martes, 2 de abril de 2013

Reseña: El juego de Ender

En el año 2070 y aún bajo la amenaza de la raza extraterrestre de los Insectores, que ya intentó hacerse con el control del sistema solar durante la 1ª invasión setenta años atrás, la Flota Internacional decide permitir el nacimiento del 3º hijo de la familia Wiggin: Ender. Que será adiestrado para liderar a los humanos en la lucha contra los Insectores.



Nos encontramos ante una de las mejores y más populares novelas de ciencia ficción escrita por Orson Scott Card. Está galardonada con los premios más prestigiosos dentro de la ciencia ficción, como son el Premio Nébula a la mejor novela en 1985 y el Premio Hugo, también a la mejor novela, en 1986.


En un mundo superpoblado en el que el límite de hijos por familia se limita a dos, la Flota Internacional permite el nacimiento del tercer hijo para la familia Wiggin, gracias a que sus dos primeros hijos daban la talla demostrando una gran inteligencia pero no cumplían las expectativas con su inteligencia emocional, ya que Peter (El mayor de todos) era demasiado violento además de sádico y Valentine (la mediana), demasiado cariñosa y empática. Así nace Andrew Wiggin (más conocido como Ender durante el resto de la novela), un joven prodigio, equilibrado y la única esperanza de la humanidad frente a su posible extinción.

La novela comienza narrando el aburrido día a día del joven Ender Wiggin hasta que es reclutado por el Coronel Graff a la temprana edad de seis años para ir a «La escuela de Batalla», una nave que orbita alrededor de la tierra y que sirve para formar a los futuros comandantes que serán los cabecillas en la guerra contra los Insectores. Allí será duramente adiestrado y no tardará en convertirse rápidamente en un líder nato, eclipsando a sus compañeros y superiores y maravillando a los altos mandos de la F.I. (Flota Internacional).

La evolución psicológica del personaje, forzada por las innumerables y complejas pruebas a las que es sometido por el Coronel Graff, es brillante, ya que se puede distinguir la maduración gradual y la degradación mental del personaje conforme avanzas en la lectura de la novela.  

“Yo no soy nada. Un pedo en el sistema de aire acondicionado.”

"Cuando conozco a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarle, le quiero. Y entonces, cuando le quiero, le destruyo."

La presión a la que lo someten durante las prácticas en la «Sala de batalla» (Es un campo de batalla propiamente dicho, pero en gravedad cero, donde los alumnos de las escuadras practican las estrategias y donde se libran las batallas entre las mismas) y en los videojuegos proporcionados por los profesores es increíble, provocando la deformación de la personalidad de un chico inocente a un hombre frío y calculador.



Cabe destacar la importancia, tanto de los videojuegos como de las batallas durante el transcurso de la novela. Los videojuegos aportan una visión más interna del joven Ender, ya que éste se “adapta” a él, a sus pensamientos y a sus actos, llegando a trastornarle casi por completo en alguno de los niveles como «La bebida del gigante» o «El fin del mundo». En las batallas no solo se pondrá a prueba la dureza física y mental del personaje, sino también su gran capacidad de improvisación y adaptación y cómo logra, él solo, revolucionar todos los conceptos de las batallas como nadie antes lo había hecho.

"No hay más maestro que el enemigo (...) Sólo el enemigo te enseña tus puntos débiles. Sólo el enemigo te enseña tus puntos fuertes. Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacerle y qué puedes impedir que te haga.”

Las descripciones son vagas e inexactas, lo que conlleva un potente ejercicio de imaginación a la hora de recrear mentalmente todos los elementos que la componen (la «Sala de batalla», los trajes refulgentes, las armas, las estancias, las naves y un largo etcétera), y el estilo de escritura (me aventuro más a decir que es cosa de la traducción que del propio autor, ya que en otros libros suyos que he podido leer no se encuentran dichos “errores”) deja mucho que desear, aunque la historia es realmente absorbente y tiene giros de guion que provocan casi que dejes el libro por un momento y te pongas a aplaudir al infinito. Todos los capítulos van encabezados por las conversaciones privadas entre el Coronel Graff y diversos altos mandos que arrojan algo de luz sobre los verdaderos propósitos de éstos con respecto a Ender.

Este es, sin dudarlo ni un momento, un libro imprescindible en vuestras estanterías que os harán pasar un buen rato. Como aliciente a la lectura del mismo, os recuerdo que está programado para el mes de noviembre de este mismo año el estreno de la adaptación cinematográfica de la novela, por si no queréis ir de vacío a la sala de cine. 

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